¡HOLA! "PAPI"

¡Hola! "Papi", ya no estás aquí con nosotros físicamente, pero estás en nuestros recuerdos, el haber sido hermano de mi papá y mi padrino me acercaba mucho a ti, crecí llamándote "Papi" y no "Tío", no sé como, tal vez como las hijas de Elena que me llaman "Papi Lucho".

Me acuerdo de las visitas tuyas a la casa, cuando era pequeño y de las visitas que hacíamos con mi papá, tu hermano Alfredo, con quien debes estar reunido, me alegraba cuando mi papá te saludaba y te decía ¡Hola negro!, se notaba el cariño y respeto que te tenía.

Me acuerdo que al fallecer tu hijo Samuelito, tú y mi madrina Eva nos visitaron y le pidieron a mi papá que los pasará a ver en lo posible todos los fines de semana, aún recuerdo qué lindos momentos disfrute con ustedes.

Me acuerdo que te regocijabas cuando almorzabamos en casa, te gustaba mucho la comida que preparaba mi mamá, como a mi me gustaba la sangrecita que preparaba mi madrina Eva, la mejor "sangrecita" de Lima.

Me acuerdo de tus consejos, de tu temperamento tranquilo, tolerante pero firme, mis hermanos me decían que me parecía mucho a ti, y con lágrimas en los ojos te digo:
¡QUE HAS SIDO PARA MÍ, "MAESTRO Y GUÍA".

Me acuerdo cuando estaba como dirigente estudiantil, y le dijiste a mis padres que no se preocuparan por mí, ya que estaba cumpliendo con mi servicio revolucionario obligatorio. También viene a mi memoria aquella vez que coordinaste con mi hada madrina Rosita Flores, para que hiciera mis prácticas profesionales en el Banco Central de Reserva del Perú.

Me acuerdo cuando te encontré en San Isidro, en la Av. Rivera Navarrete, recuerdo tantas cosas, siempre vivirás en mi corazón, salúdame a mis padres, diles que los amaré por siempre.

Tu Sobrino y Ahijado.

Luis Enrique Martínez