Voy a colocar en el Blog de mi papito Samuel, lo que hiciste llegar a todos nuestros amig@s de internet de la Web. (tantos años que nos conocemos por este medio y como bien decía mi papito, hay que alimentar la amistad con pequeños detalles, y es por eso que quiero dejar aquí tu sentir). Agradezco y valoro este gran detalle amiga querida.
Mi papito te conoció a través de mi y le encantaba ver aquí sentado frente a la pc todas tus notas, imágenes, ahhh, le gustaban las imágenes, jamás aprendió a usar la computadora, pero yo era su secretaria, y cuando lo tuve aquí viviendo conmigo seis meses, se animo a tener su propio Blog. Lo disfruto mucho, él me decía siempre lo que debía colocar, leía mucho, recitaba, me inspiraba, escogio cada imagen que hay, tengo aún muchas fotos, anécdotas que iré colocando poco a poco.
Elevemos nuestras oraciones por nuestra amada hermana y amiga Bertha, su mamá y toda su familia.
En la madrugada del jueves 28 de octubre a la 1:50 am su papá Samuel Martínez Bejarano partió al Reino Celestial.
Papi, así te llamaba, aunque no te conocí personalmente, un ser lleno de alegría que
desplazaba sus chistes a todo el que le rodeaba.
Hoy estás sentado a la diestra del Padre en la mesa que Él aderezo especial para ti. Ya tu cuerpo físico no sufre de dolencia alguna, mas tu alma goza de las buenas dádivas que cosechaste en este camino terrenal.
La tierra hoy llora tu partida, pero hay una gran fiesta en el Jardín Celestial pues les ha llegado un Ángel de luz que embellecerá con su presencia cada rincón.
DESCANSA EN PAZ - SAMUEL MARTÍNEZ BEJARANO
El legado que has dejado en este caminar terrenal perdurará por siempre.
Jehová es mi Pastor; nada me faltará
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará
Confortará mi alma
Me guiará por sendas de justicia
por amor a su nombre
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo
Tú vara y Tú callado me infundirán aliento.
Aderezas mas delante de mí en presencia
de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia
me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
María Miró
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