viernes, 28 de mayo de 2010

LOS CONSEJOS AYUDAN....






Los consejos ayudan, no cabe duda...

Pero no olvides que la solución de nuestros problemas está dentro de nosotros mismos, en la voz silenciosa de nuestra conciencia, que es la voz de Dios dentro de nosotros.

No te dejes engañar: sólo tú serás responsable del camino que eliges.

Nadie podrá rendir cuentas por ti.

Procura, por lo tanto, vivir acertadamente, de acuerdo con tu conciencia.

(Minutos de Sabiduría . Carlos Torres Pastorino)

Deseo que siempre sigan estos sabios consejos.
Samuel Martínez Bejarano

jueves, 27 de mayo de 2010

UNA HISTORIA PARA QUE LO LEAN MIS NIET@S Y BISNIETOS



La parábola del Caballo

Un campesino, que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda.
Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí.
El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate.
Tomó, entonces, la difícil decisión: Determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo.
Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo de forma de cubrir al caballo.
Pero, a medida que la tierra caía en el animal, éste la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo para ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente, consiguió salir!

Si estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y los otros lanzan sobre ti la tierra de la incomprensión, la falta de oportunidad y de apoyo, recuerda el caballo de esta historia.
No aceptes la tierra que tiraron sobre ti, sacúdela y sube sobre ella.
Y cuanto más tiren, más irás subiendo, subiendo, subiendo...
Lo importante es levantarse si es que se ha caído, siempre valemos lo mismo para Dios y ninguna persona nos puede quitar ese valor.

NO OLVIDEN ESTA HISTORIA.
¡NO SE RINDAN¡ ¡NO SE RINDAN!
Los ama
el abuelito Samuel.

miércoles, 26 de mayo de 2010

ORACIÓN



PADRE,
ME PONGO EN TUS MANOS...

Haz de mí lo que quieras.
Sea lo que fuere, por ello te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo.

Lo acepto todo,
con tal de que se cumpla Tu voluntad en mí y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.

Te encomiendo mi alma, te la entrego con todo el amor de que soy capaz, porque
te amo y necesito darme, ponerme en tus manos sin medida, con infinita confianza, Porque TÚ eres mi PADRE.

TE QUIERO MUCHO ¡¡¡
SAMUEL MARTINEZ BEJARANO

MIS HERMANOS...



Mi hermano mayor se llamaba Pablo, él murió a la edad de 9 años. Yo tenía en esos momentos 7 añitos, pero guardo aún en mi memoria muchos recuerdos.

Mi hermano Alfredo, él murió el 25 de abril del 2002. Era menor que yo, siempre rezo por él y recuerdo todo lo que vivimos juntos.

Mi hermano Sixto, es el menor, pero ya tiene 80 años y aún se cree un jovenzuelo, gracias a Dios, goza de buena salud.

DOY GRACIAS A DIOS POR HABERME DADO LA DICHA DE TENER HERMANOS¡¡¡

jueves, 6 de mayo de 2010

VOY A CONTARLES ....


lo que sucedió el día en que nací...
Aquel 20 de Mayo de 1924, lo despertaron a mi padre para avisarle que una de sus vacas había parido un ternero en la Pampa de la Parra (un lugar donde había mucha uva). Él se vistió e inmediatamente fue con un amigo a buscar a la vaca y al ternero para protegerlos de los buitres.

Cuando estaba regresando le avisan que mi madre ya habia dado a luz en su ausencia, y él sólo atino a preguntar: ¿Y qué fue? UN VARONCITOOOOOOO le respondieron.
Fue tanta su felicidad que hizo tres disparos de escopeta para que todo el pueblo de Atiquipa se enterará de que YO HABÍA NACIDO.

Me contaba mi padre que ese 20 de Mayo fue un día de fiesta en el pueblo.

Mantengo en mi memoria y en mi corazón aquel hermoso recuerdo, la historia que mi padre me contó.

Samuel Martínez Bejarano